La idea de un final de los tiempos o de la historia es una noción netamente occidental. Nació del judeocristianismo, una de las raíces de Occidente —las otras son la Grecia y la Roma antiguas— a partir de que la Parusía —el regreso de Cristo y la instauración del Reino— se difirió en el tiempo. Su carácter, aun laicizado por la Razón ilustrada, tiene un doble rostro: la destrucción de la que surgirá un reino eterno de justicia y paz.
Occidente. El ocaso sin fin.
Leonardo de Jandra en plática con Sofía Garnica.