REGISTRO DEL TIEMPO
21/5/2025

El Hombre Rebelde y la Cruz Roja

Tabi Alonso

Por una de esas coincidencias de la vida terminé un seminario de la Universidad Iberoamericana, desde la dirección de Comunicación, con mi querido maestro Francisco “Paco” Prieto. Un seminario sobre Albert Camus, en el que hemos explorado El mito de Sísifo, sus obras de teatro El malentendido, Calígula y algo más.

La penúltima reunión versó sobre un capítulo del libro El hombre rebelde. Precisamente el que lleva ese título. En él Camus explora la rebeldía humana como una afirmación de la dignidad frente a la injusticia, la opresión, la violencia y su tema favorito, el absurdo. Defienda la conciencia moral que dice “no” a la humillación y da un rotundo “sí” a un valor superior.

Distingue entre la rebelión contra la condición humana o contra Dios (metafísica) y la rebelión contra el orden social o político (histórica) y nos recuerda que esta rebelión si no es consciente se transforma en ideología totalitaria que puede justificar la violencia en aras de un cambio supuestamente ideal. El reto de la rebelión es mantener la integridad frente a la injusticia sin perder la humanidad. Es ahí donde el totalitarismo lleva la semilla de la destrucción cuando se lleva una idea; raza, clase social, la nación, hasta un absurdo criminal.

No por nada lo escribió en 1951, cuando Europa se recuperaba de los horrores de la segunda guerra mundial y él venía de participar en la Resistencia. Un rebelde en todo el sentido de la palabra. Camus explora la idea de la rebelión como una respuesta a la opresión y la injusticia, pero también como una fuerza que puede ser corrompida y utilizada para justificar la violencia y la tiranía.

Algunas frases son interesantes:

“Me rebelo, luego existimos”. La rebelión individual debería implicar también una solidaridad con los demás.

“La rebelión nace del espectáculo de la injusticia”. Surge como respuesta inevitable ante el sufrimiento del otro.

“El rebelde no destruye por placer; destruye para construir algo mejor”. Lo que lo diferencia del terrorista o del tirano.

“La verdadera generosidad con el futuro está en darle todo al presente.” La violencia sin sentido nunca es una respuesta

“La rebelión es amor, no odio”. Se hace por respeto a la condición humana, a la vida.

Para Camus la justicia social no puede lograrse a través de la violencia y la eliminación de la libertad, sino que debe ser un proceso que respete la pluralidad y la diversidad de la sociedad.

En medio de la violencia se puede elegir el rostro concreto, la vida, lo frágil, lo vivo. Eso es la verdadera rebeldía; simplemente ser un ser humano.

Supongo que por una DeFormación profesional esto me resuena con los Principios Fundamentales de la Cruz Roja. En un momento de serendipia, la reunión de este año se pactó para el ocho de mayo, día Internacional de La Cruz Roja onomástico de su fundador, Jean Henri Dunant.

Dichos principios se formularon en un momento de sufrimiento, en la batalla de Solferino. Entre sangre fuego, dolor y muerte un hombre se rebeló. Dunant alzó la voz mientras corría entre los heridos y moribundos gritando las únicas palabras que conocía en italiano tutti fratelli (“todos hermanos”), repartiendo consuelo, organizando la ayuda desinteresada y afirmando la vida en medio del horror. Porque a fin de cuentas no todo está permitido aunque parezca justificado.

Los Principios Fundamentales son muy sencillos, muy actuales y pueden realizarse en cualquier lugar y en cualquier momento, en especial en este mundo convulso que nos está tocando vivir. ¿Cómo los habría expresado Camus?:

Humanidad; En las guerras, en las hambrunas y en cualquier parte, toda vida importa. Me rebelo ante la cosificación de las personas. “No hay justicia sin respeto por el ser humano”.

Imparcialidad; El sufrimiento no tiene bandera. Lloro por cada niño herido o muerto sin importar su nacionalidad, me rebelo porque el dolor no distingue orígenes. “Cada víctima merece ser reconocida como única”.

Neutralidad; No defiendo bandos, defiendo personas. No sirvo a políticos ni a sistemas, sino a los que sufren. “La ayuda real no tiene rostro político ni pertenece a ninguna nación o credo”.

Independencia; Sólo respondo a la consciencia. Me rebelo cómo el voluntario que actúa sin permiso, sin doblegarme ante el poder. “Ser libre es ser fiel a lo justo, no a lo útil”.

Voluntariado; Me rebelo en silencio, cotidianamente y con humildad.  “No hace ruido, simplemente sana”.

Unidad y Universalidad; Cada vida humana es un mundo y por eso me rebelo ante la desunión. “No hay ‘ellos’ y ‘nosotros’. Solo habemos ‘nosotros”. “La única rebelión legítima es la que afirma la vida, aún en medio del horror”.

Suscríbete a nuestro newsletter y blog

Si quieres recibir artículos en tu mail, enterarte de nuestros próximos lanzamientos y apoyar nuestra iniciativa, suscríbete a nuestro boletín mensual para que lo recibas en tu correo.
¡Gracias por suscribirte!
Oops! Hubo un error en tu suscripción.