Nubes distantes, árboles en lo profundo de la bruma,
el otoño bañado en la claridad del río.
¿Dónde está ella esta noche, tan hermosa?
Tu Mu
Me gustaba sentarme detrás tuyo
y ver tu espalda
de niña enamorada que desciende
o se acomoda
en cadera de paloma
una cascada de agua detenida
tu pelo negro sobre tu blusa negra
Y me gustaba contemplarte
en el silencio
viendo tus manos acomodando tu pelo
sobre tu espalda negra detenida
En el sueño de tu espalda negra detenida
crece un jardín de cicatrices
pergamino suspendido bajo un estanque de signos
En el sueño de tu espalda negra detenida
se encuentran las razones legibles de tu historia
que yo mismo deletreo
en el viento transparente que agita las raíces
de tu pelo negro sobre tu blusa negra
ە
se insinúa
el clavel
que brota
en el ojal
dolorido
de la espuma
ە
Remansado en la cresta de las nubes
viento
en calma
suspendido
entre las rocas
signos aéreos
y algodones
hechos de azúcar
ە
Tenue aguja de luz
teje una seda ambarina
entre las piedras sumergidas
de un templo que se yergue, enjuto,
a la distancia. La espiral de una nube
oscura lo corona de ortigas y la bolsa
fragante que se hunde en el té antes
de hundirse y aspirar la última línea del encino
que se adumbra en la mañana. ¿O se adocena
como un mulo trotando en la pradera
de una minúscula y precisa gota de sangre
o de rubor que ha brotado de mi mano llagada
por la arena? En un ardiente puño
preterido, sombra era de ébano
en un bosque que se hurtaba al cortejo
de la yedra. "Si el manzano, cartílago
del fruto", decía sibilino el rétor envuelto
en la bruma del cinabrio. Y ella me miraba
desde la sombra proyectada por los pliegues
de su manto, arúspice del viento. "Querría
comunicar con claridad las visiones
que han concurrido a la fogata
de mis sueños; doncella presurosa
que anida en las esquinas más oscuras
y más humedecidas de los lentos
pasadizos del verano o del ocaso,
da lo mismo." Ella se niega y se desdice
en el andén, a punto de subir por la ladera,
en la montaña o en el tren que la conducirá
a una dimensión lejos de mí y lejos
de las formas que entretiene el cantar
de las cigarras. Unos niños cantores
en un coro de Viena aniquilan la vastedad
de lo enunciado y nos condenan a bajar
por las humildes espirales de un tiempo
que esconde el mineral de nuestra ruina.
ە
Sed de un horizonte enternecido
por el débil mandato de la piedra
ە
Arboreces y eso significas :
un osario
en la nieve dispersa del verano
reflejo de un candil o reverbero
situado tras la fronda
de unos párpados cerrados
arboreces y eso significas :
una forma de azul
en el canto anochecido de mi cuerpo
ە
Sentir el peso de tu cuerpo insumiso sobre el mío
a la hora en que baja la marea
y escuchar el susurro anegado de tus labios
unciendo de clamores la barcaza de mi espalda
tu lengua en otro tiempo almibarada
hilando en el taladro de mi boca
crótalo de rosa que vulnera
los ecos desvaídos de mi carne
poema en que florecen conjeturas
de un mes de marzo ya lejano
como el capullo de los muertos que aflora
donde la hierba responde a los golpes del arado
los riscos arañaban las caras contrarias de tus muslos
enumerando así la secreta concordancia
entre el viento de abril y la montaña
Mariana era el nombre transparente que se urdía
entre los minerales semejantes y las avenidas devastadas
cipreses construidos con el polvo
de aquello que fuera en otro tiempo
catedrales y moradas